COEVOLUCIÓN:
UN SOLO CAMINO ANDADO ENTRE DOS.
Sandra
Luz Gómez Acevedo. Facultad de Estudios Superiores
Iztacala, UNAM. Unidad de Morfología y Función. Profesor Asociado “C” de Tiempo
Completo. sanluza@gmail.com
Uno de los procesos más fascinantes
que se presentan en la naturaleza es aquel que involucra el proceso de
selección recíproca entre dos o más especies: la coevolución. Entre los
ejemplos más representativos de ello se encuentra el sistema mutualista neotropical
Acacia-Pseudomyrmex. En esta relación participan 15 especies de acacias
mirmecófilas y 10 especies de hormigas conocidas como el grupo Pseudomyrmex ferrugineus, quienes en
conjunto evidencían esta estrecha relación a todo lo largo de su distribución
geográfica, la cual abarca principalmente las regiones costeras desde el centro
de nuestro país hasta el noroeste de Colombia. Este mutualismo es tan
particular que las acacias necesitan forzosamente de los cuidados que les
confieren sus hormigas asociadas, quienes a su vez, anidan de manera exclusiva
en estas plantas, defendiéndolas vigorosamente de cualquier organismo ajeno a
ellas.
La resultante de un proceso
coevolutivo se manifiesta como adaptaciones recíprocas tanto en la morfología
como en el metabolismo de los participantes de cierta relación, y el sistema Acacia-Pseudomyrmex no es la excepción. En efecto, las acacias
mirmecófilas presentan características morfológicas relacionadas con la
asociación mutualista con hormigas, las cuales consisten en la presencia de: 1)
domacios, que son en realidad estípulas espinosas grandes y huecas, las cuales
son habitadas por las hormigas; 2) uno o más nectarios extraflorales de gran
tamaño, localizados en el pecíolo o raquis de las hojas; y 3) cuerpos
alimenticios, mejor conocidos como cuerpos beltianos, mismos que se ubican en
el ápice de los foliolos y cuya composición es a base de lípidos, proteínas,
aminoácidos libres, carbohidratos y agua. Por si esto fuera poco, estas acacias
carecen de compuestos químicos como alcaloides y glicósidos cianogénicos, los
cuales son mecanismos de defensa natural utilizados por las plantas en general.
Si las adaptaciones morfológicas
mencionadas anteriormente son sorprendentes, las modificaciones en el
metabolismo de ambos participantes de la interacción lo son aún más. Cuando las
hormigas llegan al estado adulto, etapa en la cual se alimentan exclusivamente
del néctar producido en los nectarios extraflorales de las acacias, pierden la
actividad de la enzima invertasa presente en su sistema digestivo. Esta enzima
es indispensable para poder hidrolizar la sacarosa (azúcar constituyente del
néctar) en glucosa y fructosa, sin embargo, esto no es un obstáculo para que
las hormigas se alimenten de tan preciado líquido, puesto que es la misma
acacia quien a la par de la producción de sacarosa, secreta de manera
simultánea la enzima invertasa, dando como resultado un néctar constituido
principalmente por glucosa y fructosa, azúcares que pueden ser digeridas y
utilizadas en su totalidad por las hormigas. Esta asombrosa adaptación
representa uno de los mecanismos que refuerzan tanto la asociación mutualista
como el proceso coevolutivo entre estas acacias mirmecófilas y sus hormigas
residentes.
Llegar al establecimiento de una
relación de este tipo requiere de un gran esfuerzo y constancia a lo largo del
tiempo profundo. La historia evolutiva de este sistema mutualista tiene sus
orígenes a finales del Mioceno-principios del Plioceno, periodos que
corresponden con las edades obtenidas en millones de años tanto para el
surgimiento del grupo de acacias mirmecófilas (5.44 ± 1.93) como de sus
hormigas mutualistas (4.58 ± 0.82). En términos generales, estas edades
implican que probablemente antes de ese tiempo podrían haber sucedido varias
pruebas de ensayo y error entre diversos interactuantes hasta encontrar la
combinación exacta para mantenerse un largo camino de tiempo juntos. Implica
también, que por lo menos desde hace aproximadamente cinco millones de años,
esto grupos han empleado sus mejores herramientas para retener a su contraparte
y de alguna manera han cedido cierta parte de independencia como especie a
cambio de una dependencia mutua y de una identidad compartida, en este sentido,
podría decirse que la coevolución es un solo camino andado entre dos.
Si requiere mayor información puede
consultar.
1. Gómez-Acevedo, S., L. Rico-Arce, A.
Delgado-Salinas, S. Magallón, L. E. Eguiarte. 2010.
Neotropical mutualism between Acacia
and Pseudomyrmex: phylogeny and
divergence times. Molecular Phylogenetics
and Evolution 56: 393-408.
2.
Heil, M., J. Rattke, W. Bland. 2005. Post-secretory hydrolysis of néctar
sucrose and specialization in ant-plant mutualism. Science 308: 560-563.
3.
Janzen, D.H. 1966. Coevolution of mutualism between ants and acacias in Central
America. Evolution 20 (3): 249-275.
4.
Ward, P.S. 1993. Systematic studies on Pseudomyrmex
acacia-ants (Hymenopteera: Formicidae: Pseudomyrmecinae). Journal
of Hymenopteral Research
2: 117-168.
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