sábado, 19 de julio de 2014

DESARROLLO HISTÓRICO DE LA CONCEPCIÓN DEL ESPACIO Y LA MATERIA

DESARROLLO HISTÓRICO DE LA CONCEPCIÓN DEL ESPACIO Y LA MATERIA

Valentín Vásquez
Docente del Instituto Tecnológico de Valle de Oaxaca

1. Introducción

Antes de analizar la concepción aristotélica del espacio y la materia, es conveniente ubicar históricamente la obra de Aristóteles (384-322 a.C.), para resaltar sus aciertos y sus errores, dado el tiempo en que escribió sus trabajos.

Sus mayores aportes, están en las leyes de la lógica formal que el descubrió y expuso en lo que sus discípulos denominaron Metafísica, y que todavía, son parte de los planes curriculares en la educación media  y media superior; así como, las reglas del silogismo, expuestas en sus Tópicos de Lógica que todavía siguen siendo vigentes. Sin embargo, sus obras que tratan de las ciencias naturales y sociales, han sido superadas debido a los grandes descubrimientos que se produjeron desde el renacimiento (siglo XVI) hasta la actualidad.


2. Concepción del espacio y de la materia

Es en su Física, donde Aristóteles aborda, su concepción del espacio y la materia. El espacio lo concibe, tal como lo percibe el sentido común, entendido como lo que rodea o como el “recipiente” en que está contenida la materia. Esta es concebida, como todo aquello que ocupa un lugar en el espacio, opinión acorde con su concepción del espacio. Al igual que el espacio, la materia la describe como se expresa en la vida cotidiana. Consecuentemente, el universo, es el espacio de mayor extensión en el que están contenidos los objetos materiales.

En suma, la concepción aristotélica del espacio y la materia, no rebasan los límites del sentido común, es decir, se mueven en el ámbito de lo empírico.

La concepción aristotélica del espacio y de la materia, está tan arraigada en la mente de los estudiantes y los profesionales, que cuando se pregunta, la naturaleza del espacio y la materia, inmediatamente, responden mecánicamente con los puntos de vista de Aristóteles.

Las opiniones aristotélicas, se fortalecen aun más, dado que todas las fuentes de información (libros, revistas, maestros e Internet), también conciben el espacio y la materia en los mismos términos que Aristóteles.

La duda, surge cuando se analiza la concepción aristotélica del espacio, y se pregunta: ¿Cuál es la naturaleza del espacio? Porque, sí es todo lo que nos rodea; en realidad lo que nos rodea también es materia. Es decir, la concepción del espacio, entendido en su forma aristotélica, conduce a contradicciones con los hechos; y los conceptos, como el espacio, deben reflejar lógicamente los procesos materiales y no al revés.

Si los hechos contradicen los hechos materiales, entonces, debe revisarse la concepción de Aristóteles, respecto del espacio y la materia.


3. Concepción moderna del espacio y de la materia

La visión aristotélica del espacio y la materia, siguió vigente en lo fundamental, en el ambiente científico, durante los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX. Incluso, científicos tan renombrados como Newton, lo entendieron de esa forma, de tal manera que en su teoría de la Mecánica Clásica, concibe al espacio como absoluto, es decir, no condicionado por los procesos materiales y que es externo a los objetos materiales. En el mismo sentido consideraba al tiempo.

Es con la obra de Leibniz, cuando se inicia una nueva concepción del espacio y la materia. En su polémica, con Newton, rechazó que el espacio se concibiera como algo externo a la materia, más bien tiene que ver con la coexistencia de los objetos materiales. Pero los objetos materiales, también tienen extensión, es decir, tienen, distancia, área y volumen. En síntesis, el espacio es coexistencia y es extensión.

El espacio, se representa cartográficamente, en mapas. Estos, no son más que representaciones espaciales de los objetos materiales, porque, representan la coexistencia de objetos materiales: climas, suelos, rocas, etc.

La concepción moderna del espacio, del tiempo y de la materia, fue confirmada por los grandes descubrimientos de la Física en los albores del siglo XX, particularmente, la Teoría de la Relatividad Especial, elaborada por Albert Einstein. Este, específicamente, descubrió que el espacio y el tiempo, nos son absolutos como los consideró Newton, sino que están condicionados por el movimiento de los procesos materiales, a tal grado que el espacio lo concibió, ya no de forma tradicional (tridimensional) sino tetra dimensional (espacio-tiempo).

La materia no existe en el espacio, su existencia es material. El espacio, es el modo de existencia de la materia. Esta, es todo lo que existe a excepción de la conciencia y comprende desde el microcosmos hasta las galaxias.


4. Conclusiones

La concepción moderna del espacio, como coexistencia simultánea de los objetos materiales y confirmada por la Teoría de la Relatividad Especial de Einstein, derribó la vieja concepción aristotélica del espacio y la materia.

La materia, es todo lo que existe a excepción de la conciencia. El espacio, es la forma de existencia de la materia.

El espacio y el tiempo, están en los propios objetos materiales, no son externos, independientes; que se utilice como medida de la duración del tiempo, el movimiento de traslación terrestre alrededor del Sol, no significa que el tiempo sea exterior al movimiento de los cuerpos materiales.

Desafortunadamente, la concepción moderna del espacio y la materia, solo es entendida por un reducido grupo de filósofos y científicos. En contraste, la concepción aristotélica, sigue muy arraigada en la mayoría de estudiantes, docentes y en general de profesionales, y no se diga de la gente común.

La ciencia no puede tomar percepciones de la vida cotidiana, como sucede con el espacio y la materia, sino que tiene que moverse de lo empírico a la esencia de los objetos materiales, para descubrir la verdad, expresada en las leyes que rigen el movimiento de los procesos materiales.

No es posible, que se sigan enseñando puntos de vista aristotélicos de la vida cotidiana, que se quedan en superficialidad de los fenómenos, que nada tienen que ver con su esencia; además, han sido superados, por los nuevos descubrimientos científicos de la Física contemporánea.


5. Bibliografía consultada

Aristóteles. Física. Internet.

Leibniz G. Polémica (1715-1716) Newton-Leibniz. Internet.

Shahen Hacyan. 1995. Relatividad para principiantes. Colección: La ciencia desde México. Fondo de Cultura Económica. México, D.F.


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